La Basílica de Santa María de Aracoeli
Sobre el Monte Capitolino, en Roma, se alza una iglesia. Hay que trepar un poco para llegar hasta ella así que te recomiendo llevar zapatos cómodos y no estar muy cansado. Vale la pena hacer la visita ya que es una iglesia muy hermosa. Se trata de la Basílica de Santa María de Aracoeli, una iglesia que se construyó sobre una vieja abadía bizantina, pasó por manos benedictinas y franciscanas y así varió algunas veces su aspecto.
Este aspecto románico-gótico que vemos hoy es producto precisamente de la presencia franciscana en la Edad Media, época que coincide con el auge de la basílica en términos de la vida social y religiosa de Roma. Es en la Edad media que consigue esa preciosa escalera de 124 escalones que está justo en su frente, en tiempos de la Peste Negra que asolaba Europa, y es en su interior que tuvieron lugar entonces varios servicios interesantes desde el punto de vista histórico.
¿Cómo por ejemplo?… Aquí se celebró la victoria de la Batalla de Lepanto en 1571, celebración que le valió el hermoso dorado de su techo. Otros tesoros de la basílica tienen que ver con los frescos del siglo XV de Pinturicchio, los techos de madera, un par de tumbas diseñadas por Donatello y Miguel Angel, monumentos sepulcrales, tallas en madera y las reliquias de Santa Helena, la mamá de Constantino el Grande, entre otros.
No te pierdas la oportunidad de subir la escalera y penetrar en esta antigua y magnífica iglesia cuya nave central está separada de las laterales por columnas romanas, cuya fachada ha perdido con el tiempo algunos mosaicos y frescos de decoración y cuya ventana gótica sobresale entre las demás.
Por último, si vas en Navidad serás testigo de un ritual precioso ya que cada 24 de diciembre se encienden velas en las escalera y estas se llenan de romanos tocando música navideña. La fiesta continúa cuando a medianoche una estatua de madera del niño Jesús (reproducción ya que la original fue robada), es traída al altar principal para la misa de la vigilia. Se te pone la piel de gallina.
Foto 1: vía Andrei
Foto 2: vía Darragh Sherwin
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