Una visita al Circo Máximo de Roma

Roma es una ciudad muy turística y puede ser que por momentos te resulte demasiado turística. Las atracciones principales suelen estar repletas de gente durante la temporada alta y la verdad es que, mal nos pese, es algo que no se puede evitar. Sin embargo, hay ciertos lugares que por sus dimensiones otorgan algo de libertad.

Uno de ellos es el Circo Máximo o Circus Maximus, una antigua pista de carreras, lugar de espectáculos multitudinarios en la antigua Roma. Está en un valle entre los montes Palatino y Aventino y tiene una larga historia relacionada con el show business ya que primero lo utilizaron los reyes etruscos de Roma y después sí fue usado para aquellos juegos heredados en parte de los griegos.

Pan y circo, dice el dicho, y eso hizo que en el año 50 a.C Julio César lo hiciera agrandar así que para entonces el Circo Máximo tenía unos 600 metros de largo por 225 metros de ancho con una capacidad de 150 mil personas sentadas a la que más adelante se sumaron 5000 asientos más. Todo un éxito.

¿Recuerdas la fabulosa carrera de cuadrigas de la película Ben-Hur protagonizada por Charlton Heston? Es una película antigua pero venga, que en nuestra infancia solían pasarla todas las navidades. Ese tipo de carreras tenían lugar aquí, las carreras de carros. Aquí cabían 12 carros, había una medianera que separaba ambos lados de la pista y varias estatuas de dioses y hasta un obelisco egipcio.

Lamentablemente el tiempo y los hombres han hecho lo suyo con el lugar y hoy solo queda la pista, suavemente cubierta con césped, y la medianera o spina. Los asientos, casi todos, han volado y ni hablar de las estatuas. Sus piedras deben estar sosteniendo alguna escalera de algún edificio medieval.

Bien, que es uno de los lugares turísticos donde no te sentirás apretujado y si tienes suerte, tal vez tu visita coincida con la realización de algún evento o concierto en esta antigua pista de carreras.

Foto 1: vía OneT

Foto 2: vía Alyssa Placencia