La Escalera Santa, Basílica de San Juan de Letrán
Os hemos hablado antes acerca de la Basílica de San Juan de Letrán, una de las cuatro mayores basílicas de Roma. Se alza en un terreno que regaló el emperador Constantino al Papa, para que en él levantara la catedral de Roma y con el paso de los siglos ha sufrido y sobrevivido a incendios, terremotos y reconstrucciones.
Esta Basílica de San Juan de Letrán se consagró en el 324, se realizaron en ella cinco consejos ecuménicos y fue la residencia papal hasta el año 1304, año en que, por el caos reinante, el Papa huye de Roma y ya cuando regresa se instala en el Vaticano.
Bien, que frente a ella hay una imponente escalera que está formada por 28 escalones de mármol. Se la conoce como la Escalera Santa y se llama así porque se dice que fue utilizada por Jesús para ascender al palacio de Pilatos en Jerusalén. Se dice también que fue traída a Roma por Elena de Constantinopla, la madre de Constatino, en el siglo IV.
Es sólo una escalera pero miles de cristianos vienen a conocerla todos los años pues tiene un gran valor simbólico. Los fieles y peregrinos la suben de rodillas. Está dentro de un edificio que mandó a construir Sixto V entre 1586 y 1589 y dentro podemos ver dos estatuas grandes que representan el beso de Judas ante Pilatos, la imagen de Cristo Akeropita, «no pintado por mano humana» y la antigua capilla de los Papas con una imagen de la Virgen.
Con el tiempo se agregaron cuatro escalinatas más porque la Escalera Santa se había convertido en un destino muy famoso y en torno a ella ya se estaba generando un lucrativo «turismo» similar al de las reliquias que cada iglesia exhibía y que atraía movimiento de peregrinos. Para proteger la escalera del desgaste en 1723 se la tapó con madera de nogal y de le dejaron espacios descubiertos donde se ven gotas de sangre de Jesús.
Imitaciones de esta Escalera Santa hay muchas en el mundo, una por ejemplo está en Lourdes.
Foto 1: Vía Divina Misericordia
Foto 2: vía Turismo. org
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