Lago Bracciano, naturaleza e historia
Si estás en Roma y quieres salir de paseo, ver algo de naturaleza en lugar de museos, puedes probar con el Lago Bracciano.
Es un lago precioso, él y sus alrededores, que está situado a 32km de la capital italiana. Se trata de un lago de origen volcánico que se formó cuando uno de los pozos de magma subterráneos se hundió y generó un hueco, una caldera.
El Bracciano tiene un diámetro de 32 kilómetros y si uno sobrevuela la zona puede ver que a su alrededor hay otros cráteres más pequeños, lo único que queda de los pequeños volcanes que nacieron y murieron hace más de 500 mil años. Debido a la cercanía con Roma es uno de los destinos favoritos cuando se trata de hacer una escapada.
Pero el lago proporciona agua potable a la ciudad así que de un tiempo a esta parte se ha prohibido toda contaminación así que ninguno de los pueblos hecha sus desechos cloacales a las aguas ni se permiten botes con motor que no estén autorizados. Así, se ha logrado tener un lago hermoso, de aguas cristalinas y limpias.
Los alrededores del Lago Bracciano forman ahora un parque nacional así que hay una doble protección. En esta escapada desde Roma podrás entrar en contacto con a naturaleza y si quieres también con el legado histórico y cultural del país pues hay sitios arqueológicos y ademas, cada uno de los pueblos de la zona tienen su propia historia y encantos.
Están Anguillara Sabazia, Bracciano y Trevignano, Manzania, Monterosi, Oriolo y Sutri. La zona del Lago Bracciano está inundada de jardines, bosques y campos de olivos. Se ven las ruinas del Acueducto Paulo construido a comienzos del siglo XVII para llevar al Vaticano agua fresca, también la necrópolis etrusca de Colonette y el hermoso Castillo de Bracciano, tan bien conservado que es uno de los mejores castillos de Italia. ¡En él se casaron Tom Cruise y Katie Holmes!
Súmale iglesias, calles medievales, alguna villa romana del siglo I d.C y lo que puedes hacer en el lago mismo, nadar, pasear en canoa y kayak o disfrutar de la costa, así que yo diría que si visitas Roma en verano o primavera… ¡no dejes de ir a ver el Lago Bracciano!.
Foto: vía Slow Europe
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