Viterbo: un prodigio de arquitectura medieval
Aunque el destino de hoy se halla a una distancia prudencial de Roma (117 km), su vibrante pasado y, sobre todo, su magnífico patrimonio monumental, justifican abandonar por un día la capital italiana. Se trata de Viterbo, localidad que, sin duda, cautivará al viajero por sus tesoros arquitectónicos.
Para llegar hasta allí, se puede tomar un autobús de la compañía Cotral desde Saxa Rubra, o bien el tren desde las estaciones de Termini, Tiburtina, Ostiente o Trastevere). En este caso, la duración del trayecto es de unas dos horas.
Por el contrario, si se opta por el vehículo privado —si es así, se debe reseguir desde la Ciudad Eterna la carretera Cassia bis o SS2bis—, el desplazamiento implica casi una hora y media. Una vez en Viterbo, se puede dejar el coche en alguna de las plazas de parking de pago de las que dispone este enclave, capital de la provincia homónima y con una población de más de 62.000 habitantes en el 2009.
Fundada por los etruscos y ocupada posteriormente por los romanos, empezó a despuntar a partir del siglo XIII, momento en el que pasó albergar la residencia de los papas. Pese a los graves desperfectos sufridos durante la Segunda Guerra Mundial, Viterbo está considerada como la ciudad medieval mejor conservada del Lazio. Desde el punto de vista arquitectónico, su núcleo más notable es el barrio de San Pellegrino.
Se aconseja iniciar la visita en la Piazza della Morte, continuar por la Piazza San Lorenzo y detenerse en la catedral homónima, erigida en el siglo XII. Una vez en su interior, conviene prestar mucha atención a su suelo de estilo cosmatesco y a la tumba del papa Juan XXI, fallecido en 1277. A su lado, se eleva el palacio papal, del siglo XIII.
Como anécdota, cabe reseñar que el tejado original se cambió en 1271 para agilizar la elección del sumo pontífice. Al final, se tardó la friolera de 33 meses en escoger a Gregorio X como máximo dirigente de la Iglesia católica.
Finalmente, también se recomienda admirar el Palazzo Comunale (un edificio del siglo XVI erigido la Piazza del Plebiscito), la Piazza delle Erbe (junto a una fuente) y la iglesia de Santa Maria Nueva, de factura románica. Igualmente, no se debe dejar de hacer un tentempié en el Caffè Schenardi, fundado en el siglo XV.
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