La archibasílica de San Juan de Letrán
La Archibasílica del Salvador y de los santos Juan Bautista y Juan Evangelista, es la más importante de las cuatro basílicas mayores de Roma, además de ser la Catedral de la ciudad. Levantada en el siglo IV, en ella encontramos la sede episcopal del obispo de Roma, el papa.
Edificada bajo las órdenes de Constantino el Grande, esta Basílica ha llegado a convertirse en parte de la prestigiosa lista del Patrimonio de la Humanidad, pues la Unesco terminaría añadiéndola en el año 1980.
El emperador Constantino despojó en su momento a la familia Laterani para conseguir los terrenos en los que hoy se ubica este templo. El único fin era construir sobre ellos la primera basílica romana.
Llama la atención que su estado actual es muy similar al original; y es que aunque la iglesia se ha visto envuelta en varias catástrofes, tales como terremotos o incendios, las arduas tareas de reconstrucción han conseguido hacernos llegar a nuestros días su arquitectura primitiva.
Podemos destacar el pórtico de dos pisos de la fachada principal. Este hermoso pórtico data del siglo XVIII y es el sitio exacto en el que el Papa da su bendición cada Jueves Santo.
Las puertas de bronce son las que utilizaban en la Curia romana. Así pues, nos encontramos con las originales que una vez ocuparon esta parte de los Foros Imperiales.
Su interior dejará completamente asombrado al turista, pues encontramos una exquisita decoración que va desde los techos hasta el suelo, en forma de imponentes columnas y enormes estatuas ricamente talladas.
El baptisterio de la basílica es un edificio independiente que cuenta con la forma típica de los antiguos baptisterios. De esta forma, en su interior hay una piscina, pues los bautismos se realizaban por inmersión.
Anexo a este templo, encontramos también un bellísimo claustro con jardines y arquerías. Asimismo, también se encuentra el palacio de Letrán, propiedad del papa.
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